miércoles, 7 de octubre de 2009

Informe TTC

Texto TTC

Camilo Molina Rendón

Partiendo del cuestionamiento que realiza scott lash sobre el mundo que nos rodea se puede iniciar un análisis del texto que fue construido por los integrantes de la comisión 4 del diplomado, en el cual se hace un énfasis relevante a la posición de la información, la comunicación y el contexto dentro de los procesos educativos actuales.

Empezando dicha revisión a través de la situación del contexto en el esquema educacional, sería fundamental determinar las claves sociales y culturales que rodean a un estudiante en un ambiente de nivel de estudio secundario; estas deberían estar cercanas inevitablemente a nuevas tecnologías, aunque su participación en el aprovechamiento de las mismas depende de otros aspectos.

Dentro de la lectura del texto elaborado en trabajo colaborativo, se indica una necesidad indispensable para la distribución funcional del conocimiento impartido a través de nuevas tecnologías: La capacitación docente en coordinación con los escenarios que rodean al estudiante; teniendo en cuenta de que la información ya no es una propiedad exclusiva de los maestros y que la labor de estos cuenta en la actualidad en cuanto a orientador y guía sobre el uso más funcional que se le pueda dar a la incalculable cantidad de respuestas que se encuentran en internet y sus derivados. El éxito en el trámite educativo es cada vez más indirecto, pero esto debe ser aprovechado en una dirección revolucionaria de los procesos tradicionales.

Sobre esta idea se puede destacar la siguiente referencia: “Mediante la revisión de nuestras concepciones y un cambio de paradigma con respecto a nuestro rol, no ya como únicos poseedores del saber sino como facilitadores y creadores de situaciones de aprendizaje, podremos ofrecerles a nuestros alumnos la posibilidad de una construcción de la realidad que les permita avisorar un futuro posible, pero pensado en forma colaborativa, en red”.

Desde aquí se pueden realizar dos lecturas; la primera nos indica la necesidad de enfocar el trabajo de los alumnos en la base del trabajo colaborativo para compensar la despersonalización de los métodos de enseñanza y la otra es entender la relación entre máquina y sujeto en la cual visualizamos la independencia del primero sobre el segundo. “

A pesar de que las máquinas son un cúmulo de procesos sistémicos creados por los seres humanos, no constituyen con obligación de funcionamiento la presencia del mismo para impartir conocimiento. La existencia de una red de máquinas inteligentes abre el camino para convertir la interacción con las máquinas en una relación de doble vía. Ya no es necesaria la presencia de otro para deducir, descifrar o construir lógicamente una respuesta; el procesador de datos ha avanzado al punto de poder indicar los caminos más apropiados y veloces en la ruta hacia el conocimiento que se desea adquirir. En este caso la posibilidad de conocer desde nosotros mismos y desde cada uno toma sentido en la realidad. De todas formas se debe tener en cuenta que las nuevas tecnologías facilitan la interconexión con otros sin la necesidad de verlos o llegar a conocerlos en presencia física.

Deducimos que enseñar ha comprometido orientación, pero ahora esta premisa se encuentra sujeta a su mayor inevitabilidad. La información se encuentra por fuera del sujeto pero es este quien debe encontrarla realizando la búsqueda más inteligente. El maestro supone un intermediario y los alumnos figuran como perceptores y herramientas de construcción al mismo tiempo.

En el caso de los trabajos colaborativos, a través de una orientación bien dirigida, no queda otro remedio que indicar otro eslabón en la cadena para que ese resultado sea consulta futura de nuevos trabajos y la acumulación de conocimiento defina a cada paso un intento valedero de perfección.

Valdría en este punto exponer un párrafo de Paul Watzlawick que define la aseveración anterior: “Una nueva complicación hace acto de presencia cuando llegamos a una meta deseada. como se ha dicho, nosotros estamos siempre buscando la meta que consideramos como la consumación. Un hombre joven quiere, por ejemplo, ser médico. Para él, la obtención

del doctorado en medicina es la meta de sus deseos. Sin embargo, luego tendrá que constatar que la llegada a la meta en modo alguno se corresponde con las expectativas. En lugar de emoción y dicha desbordantes, constata una vivencia agridulce, sobria. Un bello proverbio japonés lo dice muy bien: «Es mejor viajar cargado de esperanzas que llegar al punto de destino”

Para lograr semejante objetivo con el éxito esperado habría de suceder un terremoto sobre las relaciones clásicas de la función de autoridad, las caracterizaciones del líder y el grupo que esta figura dirige. Internet es un escenario complejo que evoca una pretendida democratización de la información y, de esta forma, las relaciones que rodean esta última deben ajustarse al nuevo dibujo. El líder se modifica y su pedestal se reduce a una llanura perfectamente alcanzable.

Salta una pregunta que se realiza y que nos realiza Kiektik en el final de su presentación durante la sesión tres de TTC: ”Quizás deberíamos preguntarnos si efectivamente se pueden gestionar acciones educativas, culturales, de promoción social o de salud, a bajo costo pero con alta efectividad. Digámoslo así: acciones en red, donde los recursos fluyan sólo hacia donde se los necesita” y la respuesta a esta pregunta podría estar determinado en la propia construcción que realiza la comisión 4 en el ejercicio de trabajo colaborativo: “el crecimiento continuo de los recursos de información que podemos encontrar en Internet. Cada día que pasa, aparece nueva información, y ello es debido a que la red constituye un excelente medio de difusión y a la vez es muy fácil de publicar en él”.

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INFORME DE TECNOLOGÍAS DEL TRABAJO COLABORATIVO

Si observamos detenidamente una plaza, un shopping, o alguna vereda concurrida estaremos antes la presencia de una interacción multilateral sostenida entre sujetos, objetos, tecnologías, espacios y tiempos. Una aseveración de este tipo, que sólo pretendería ser parte del guión de una película de ciencia ficción, es una realidad indiscutible del presente, una verdad que es táctil desde los primeros momentos del día hasta el último en que los parpadeos finales se quedan hipnotizados con las lucecitas que se encienden y se apagan provenientes de cada trozo de tecnología en las habitaciones; el encendido y apagado que es ahora inevitable.

Esas máquinas, presentes en el entorno cotidiano, se categorizan con ánimo de invisibilidad, ya que la obviedad de que se perpetúen dentro de nuestros espacios resulta cada vez menos notable; una vez que este fenómeno sucede dichos aparatos se alejan de nuestra comprensión por varias razones, una de las cuales es que merced a su complejidad rebasan nuestro sentido común; otra se puede identificar en el hecho de que sólo nos llega a preocupar que realicen sus tareas como nos prometieron cuando fueron adquiridas no importan como lo hagan.

En la medida en que se acentúa este principio las máquinas toman distancia de las personas; en el caso de las computadoras, que deben ser inevitablemente manipuladas para ser exploradas, el alejamiento se indica en las desproporcionadas capacidades de almacenamiento de información, exactitud de los datos guardados, velocidad de transmisión, conectividad sin fronteras, fiabilidad en la realización de las operaciones, etc.

A pesar de que las máquinas son un cúmulo de procesos sistémicos creados por los seres humanos, no constituyen con obligación la presencia del mismo para impartir conocimiento. La existencia de la “Red de Máquinas Inteligentes” abre el camino para convertir la interacción con las máquinas en una relación de doble vía. Ya no es necesaria la presencia de otro para deducir, descifrar o construir lógicamente una respuesta; el procesador de datos ha avanzado al punto de poder indicar los caminos más apropiados y veloces en la ruta hacia el conocimiento que se desea adquirir.

En este contexto se indican las herramientas necesarias para poder realizar comunicaciones efectivas entre todos los actores mencionados. La información no precisa de evaluar fronteras sino de transmitirse con rapidez y fidelidad.

El camino hacia los intercambios de datos entre internautas de todo tipo es un lugar común; de esta forma, la construcción de conocimiento y el desarrollo colectivo de ideas es una inevitable constante, siendo las TTC los espacios diseñados para ejercer con dirección y fines específicos dichas producciones.

Normalmente juntaríamos a un grupo de ingenieros civiles a desarrollar conjuntamente las ideas sobre la construcción de un puente, ya que estos manejan los conceptos y la información necesaria para discernir sobre el tema. Habrá entre ellos u lenguaje común y las conclusiones llegarán con la confianza de hablar el mismo idioma; aunque esta idea no representa el objeto obligante de llegar a ser novedosos; si estos ingenieros practican el ejercicio bajo las mismas herramientas y sobre los macros y micros clásicos de su profesión llegarán seguramente a puertos igualmente clásicos, aunque en la reunión de diferentes experiencias puedan sorprenderse a si mismos. Seguramente podrían desarrollar dichas ideas a larga distancia ingenieros de diversos lugares del mundo y lo podrían llevar a cabo sobre una plataforma tecnológica con la misma filosofía de una wiki. ¿Qué pasaría si la idea de realizar dicho proyecto se arrojara sobre la mesa de profesionales de distintas áreas, con la esperanza de obtener alguna idea verdaderamente novedosa?, algo así como un puente con animosidades médicas o proyecciones artísticas. Podríamos arrojar la traducción de complejidad que se define en la página del Instituto Internacional para el Pensamiento Complejo, que reza: “…un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente unidos, que presentan la paradójica relación de lo uno y lo múltiple”

De manera evidente, esta idea saltó a la vista durante el ejercicio de la wiki en la que las comisiones realizaron un texto basado en diferentes conceptos previamente definidos. Los alumnos que participaron de la construcción de ese texto provienen de diferentes profesiones con diferentes profundizaciones así que el producto final debía constituir una lectura diversa de un párrafo al siguiente. De acuerdo con el planteamiento de Paul Watzlawick sobre la asentada y aceptada manera de observar los fenómenos desde una perspectiva dualista, el camino en otra dirección determinaría una salvedad, aunque minúscula, en la producción de nuevos contenidos, de verdaderas evoluciones. “El error que, como terapeuta y asesor de grandes empresas, observo con mayor frecuencia es el de suponer que un gran problema complejo sólo puede ser abordado mediante complejas estrategias de solución de similares proporciones. Sin embargo, ya la historia de la evolución de la vida en nuestro planeta nos enseña algo mucho mejor, pues la inaudita complejidad de la vida

nació de sencillísimas condiciones de partida y avanzó a pasos pequeñísimos. Como sabemos, todas las grandes transformaciones en la evolución fueron catastróficas. Lo pequeño es tal vez más importante que lo grande. Sin duda, para muchos bienhechores del mundo es ésta una idea del todo anticuada, con la que no es posible encandilar a las masas”.

Bibliografía

* http://www.complejidad.org/cms/?q=node/3

* Watzlawick, PAUL. El sinsentido del sentido o el sentido del sinsentido. Editorial Herder. Barcelona. 1995

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